«El Quijote» y la Tecnología: un ejemplo de trabajo interdisciplinar y colaborativo de nuestro Proyecto de Innovación Educativa Librarium

Coro Carrillo

Nuestros compañeros Óscar Jiménez y Pepe Barquilla se aliaron desde el curso pasado para engancharnos a todos con el Quijote y su aplicación didáctica en la asignatura de Tecnología. No se os había ocurrido, ¿verdad? Precisamente esta es una de las principales virtudes de nuestro Proyecto de Innovación Educativa Librarium: su capacidad para posibilitar el diálogo entre diferentes materias, porque también a través de la lectura del Quijote podemos llegar a saber más acerca del desarrollo tecnológico en los siglos XVII y XVII y de esta manera acercar de verdad la literatura a nuestros alumnos. Toda la información sobre este proyecto en las líneas que siguen:

Pepe Barquilla

Dicen que el Quijote es la madre de todas las novelas, y también la Biblia de los que hablamos español. Todavía más: que es el clásico por excelencia, pues nunca pasa de moda, siempre es actual. Quienes así ensalzan esta novela inmortal del inmortal Cervantes no exageran ni un ápice. Y prueba de ello son los “inventos y máquinas” – más bien “invenciones y maquinaciones”- que ilustran esta exposición; y que, con 400 años de adelanto, se proyectan sobre creaciones tecnológicas del siglo XXI.
Los molinos de viento, que hoy vemos en esos gigantes de aspas inmensas, productores de energía eólica. Los mazos del batán, que anticipan las técnicas transformadoras de la materia prima – algodón, lana, lino o seda-, propias de la industria textil.
El retablo de Maese Pedro, cuyos títeres y marionetas se prolongan en las formas actuales de cine y animación.
Las aceñas, molinos a la orilla de arroyos y ríos, que aprovechaban la fuerza del agua para convertir el trigo en harina.
E incluso nos plantea Cervantes modos de la navegación fluvial -y hasta aérea- en las aventuras del barco encantado y del caballo Clavileño, respectivamente.
Todas estas son aventuras puestas a propósito para mostrar la valentía sin límites y el heroísmo de nuestro caballero andante. Pero además nos sirven para confirmar que, efectivamente, todo está en el Quijote.