Dentro de las actividades de fomento de la Escritura de nuestro PLEA está contemplada la realización de trabajos con los que pretendemos mejorar en nuestros alumnos la capacidad de escuchar y tomar apuntes, así como de sintetizar el contenido que se ha escuchado y también de narrar, en un estilo cercano al periodístico, el desarrollo de un evento. Nuestra alumna de 2º de Bachillerato Silvia Clavero García ha escrito esta crónica en la que recoge perfectamente cómo se desarrolló el acto y los principales aspectos que tocó el conferenciante, siempre con un estilo personal y fusionando, como es propio de este género periodístico mixto, el relato objetivo de unos hechos con la visión personal y subjetiva de los mismos. Silvia tiene mucho futuro en la música, pero también en el periodismo y… en todo lo que se proponga, porque todo lo hace con la misma dedicación y el mismo entusiasmo.
Coro Carrillo
«Algunas personas tienen la suerte de encontrar su vocación y poder vivir de ella. Es el caso de Pedro Emilio López Calvelo, un profesor ya jubilado de nuestro centro, que aún aprovecha todas las ocasiones que se le ofrecen para volver y demostrar una vez más su pasión por la enseñanza. Hace unos años que se enfrascó en la tarea voluntaria de descubrir nueva información sobre la historia de nuestro instituto. Una búsqueda incansable, de la que muchos habrían desistido tras la dificultad de encontrar respuestas, y que le ha llevado a descubrir datos verdaderamente interesantes, que después ha decidido compartir con nosotros con la pasión que le caracteriza.
En 1965, nuestro instituto fue mencionado por primera vez como un futuro proyecto. Concretamente, en diciembre de ese mismo año, el HOY, un periódico extremeño, escribió un titular anunciando la construcción de un nuevo instituto femenino. Hasta entonces, en Cáceres solo había existido el instituto El Brocense, en el que estudiaban alumnos de ambos sexos, aunque nunca en las mismas aulas. Pero debido al baby boom que se dio en esos últimos años y al afán de estudiar de los jóvenes, este instituto se quedó pequeño, lo que llevó a la construcción en 1970 del IES Norba Caesarina. Por supuesto, por aquel entonces, este no era su nombre. Antes de su construcción, se le llamaba por el nombre no oficial de “Hernández Pacheco”, pero en el primer proyecto se le da el nombre de “Lucía de Medrano”, tampoco elegido finalmente.
En julio de 1970 ya existían dos institutos de bachillerato en Cáceres: el Brocense, ahora exclusivamente masculino, y el “Instituto femenino”. Este nuevo instituto tenía una capacidad de 1200 alumnas, y el afán de los padres por matricular a sus hijas fue tanto que, debido al colapso, solo se permitió la matriculación de cincuenta alumnas cada día, lo que dio lugar a este otro titular, tan emotivo, publicado por el HOY: “Toda la noche velando ante una ventana del instituto para matricular a la hija”.
El asunto de quién fue el arquitecto encargado de la construcción de nuestro instituto no ha obtenido una respuesta comprobada, ya que no se ha encontrado el plano original del proyecto. Pero eso no evita que existan hipótesis. Pedro Emilio está bastante convencido de la veracidad de la suya: lo diseñó un arquitecto llamado Alejandro Hualde Elorza. Defiende que fue él por diversas razones: en marzo de 1971 (apenas un año después de su construcción) este mismo arquitecto, que en el momento estaba trabajando en otros proyectos en Salamanca, realizó algunas reformas en el instituto cacereño. Sería muy extraño que este arquitecto viniese a Cáceres desde Salamanca para hacer una reforma de un edificio que no ha construido él mismo. Sin embargo, otra parte de la hipótesis es que no fue él quien diseñó este instituto desde el principio, sino que adaptó un proyecto tipo previamente diseñado. A lo largo de los años, este instituto, que en principio comenzó siendo solo lo que hoy es el edificio principal, ha sufrido importantes reformas, como la instalación de unas escaleras de incendios, una pista polideportiva o un nuevo edificio anexo, el actual aulario.
La historia del nombre de nuestro instituto también es interesante, ya que varios años después de su creación, en noviembre de 1979, tuvo lugar un claustro extraordinario en el que se votaron los posibles nombres para el «Instituto de bachillerato nº2». En esta votación el nombre de IES Norba Caesarina ganó por solo tres votos a “Hernández Pacheco”, y con más diferencia a otros nombres, como “Juan del Águila”, “Roso de Luna” o “Publio Hurtado”.
En sus más de cincuenta y dos años de existencia, el IES Norba Caesarina ha sido testigo de diversos directores, empezando por Mª Ángeles Fuertes Rodríguez y pasando por Mª Pilar Díaz Pierna, que duró menos de un curso, o Javier Vidal Martínez, que pasó veintiún años en ese cargo y que precedió a nuestra actual directora, María Delgado Sánchez.
Como hemos mencionado antes, la capacidad del instituto era de 1200 personas, y en el curso 1978/79 esta cantidad se sobrepasó, con la matriculación de 1280 alumnas. Además, el horario nocturno se instauró en el curso 1973/74 y duró veinte años; también cabe destacar que en la década de 1980 el centro pasó a ser mixto, aceptando chicos y chicas, como son hoy todos los centros públicos. A lo largo de la historia del IES Norba Caesarina, 44.960 alumnos y alumnas han pasado por estas instalaciones y han tenido el enorme privilegio de la educación.
Nuestro instituto lleva algo más de 52 años funcionando y por ello hay pocas fotos de sus inicios. La primera fotografía conocida fue tomada durante la feria de mayo, celebrada en el parque del Rodeo. En ella, aparecen en primer plano carros, vacas y personas, y bastantes metros más allá se puede observar el edificio, que tan poco ha cambiado por fuera. Pero también hay otras imágenes en las que vemos nuestro centro, como una tomada al atardecer, durante esos años en los que el instituto funcionaba también hasta que se hacía de noche, lo vemos a lo lejos de la fotografía con muchas luces encendidas, como si el conocimiento realmente encendiese las lámparas y esa metáfora de las ideas que son bombillas prendidas fuese cierta. Pero estas bombillas no alumbran todo, y por eso fue necesaria una huelga en el instituto por la falta de alumbrado en las calles contiguas y el miedo que les producía a las chicas ir por allí una vez que se había puesto el sol: “Las alumnas del instituto se quejan de la oscuridad” rezaba un titular del periódico extremeño.
Han pasado muchos años desde la construcción de este instituto, sólidamente apoyado en mentes despiertas y con ganas de aprender. Muchos alumnos han paseado por los mismos pasillos, y han ocupado los mismos pupitres y las mismas aulas. Hay mucha historia dentro de estos muros. Y mucha historia que queda por ser escrita«.